sábado, 13 de octubre de 2012

Carta al Director. Diario La Tercera


Señor Director:

Recibo con particular alegría la noticia del Premio Nobel de la Paz a la UE. Esta construcción de más de 60 años de historia nace a propuesta de Jean Monnet, Robert Schuman y Konrad Adenauer, quienes plantearon la puesta en común de la producción franco-alemana del carbón y del acero en manos de una Alta Autoridad común abierta a los demás Estados europeos, haciendo materialmente imposible un nuevo conflicto bélico, dando una vuelta de página a su fatal historia que había caracterizado a esta región como un polvorín a través de los siglos.

En este sentido, cabe recordar las primeras líneas de la Declaración Schuman del 9 de mayo de 1950, punto de partida del proceso integracionista, que indican: “La paz mundial no puede salvaguardarse sin esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan”, por lo que poner en común el carbón y el acero y crear una institución supranacional “sentará las primeras bases concretas de una federación europea indispensable para la preservación de la paz.”

El legado pacifista de la UE ha llegado a nuestro continente, apoyando los procesos de paz en Centroamérica, y dando un importante impulso al desarrollo de nuestra región mediante contribuciones en el área de la cooperación, fortaleciendo un diálogo de socios para el desarrollo, que se verá plasmado en la próxima cumbre birregional, la I Cumbre CELAC-UE a celebrarse en Santiago en 2013.

Julio Jáuregui M.
Investigador, Programa Derecho de la Integración
Facultad de Derecho, U. de Chile